•Notícia

Esta mejora hace referencia fundamentalmente a dos aspectos: la organización interna de este tipo de vivienda y determinadas soluciones constructivas. En cuanto a la organización interna, los responsables del estudio piensan en soluciones para conseguir mayor flexibilidad y adaptabilidad a nuevos usos de la vivienda. Se trata de analizar aquellas partes concretas que se puedan mejorar para adaptarlas a las necesidades del usuario, de acuerdo con los cambios sociales de la época. Algunas de estas partes hacen referencia, por ejemplo, a instalaciones como las redes de comunicación, en función de los nuevos cambios en la telemática, o los sistemas de sanitarios y de aguas, y analiza los usos reales de piezas como la cocina, el lavadero y los baños. Otras hacen referencia a cuestiones de movilidad y uso para las personas con minusvalías, no sólo de tipo permanente sino también puntual (teniendo en cuenta algunas limitaciones físicas de los niños o de la gente mayor). En general, existe una preocupación por la forma de hacer más seguras las nuevas viviendas.<br><br>
El estudio de los materiales de construcción incluye, entre otras cuestiones, la calidad y la durabilidad de fachadas (utilización de materiales alternativos a la obra vista, como materiales metálicos), así como la pavimentación y las divisiones interiores de la vivienda (substituir la pared tradicional de cerámica enyesada por soluciones en seco, que mejoren la compartimentación, con vista a futuros cambios de distribución).<br><br>

El trabajo, que estará listo el próximo mes de abril, se ha iniciado con el análisis de 300 casos reales diferentes de viviendas promovidas por las administraciones, seleccionadas previamente. Se clasificaran según los datos característicos de la promoción (por cronología, por poblaciones y por volumen de la promoción, que abarca de 6 a 1.800 viviendas) y la organización interna del edificio. Ésta última se estructurará a su vez en función de los siguientes parámetros: el solar (emplazamiento urbano o periférico, dimensiones, resistencia del suelo, etc.); la forma del edificio (forma, dimensiones, existencia de patio y de párquing, uso de la planta baja, etc.); la vivienda (si es dúplex o simplex, disposición de las fachadas, número de dormitorios y baños, y altura); la organización interior (agrupación de dormitorios, utilización múltiple de servicios sanitarios, existencia o no de recibidor, de terraza, etc.); la construcción (sistema estructural), y el sistema de tratamiento de la fachada.<br><br>
Este proyecto se desarrolla a partir de un convenio de colaboración entre la UPC y el Institut Català del Sòl, el Colegio Oficial de Arquitectos de Catalunya y Fomento de Constrcciones y Contratas, S.A.
<br><br><br><br>1996-11-30