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Arquitectos de Cabecera nace en el contexto de la asignatura Proyectos III-IV ‘Vivienda y Ciudad’ que se imparte en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la UPC. Ideada inicialmente en un formato de workshop de dos semanas, la iniciativa evoluciona en cursos posteriores como mecanismo de análisis de la realidad concreta de los lugares y sus habitantes. Desde hace tres años, grupos de una treintena de estudiantes de arquitectura de tercer curso visitan barrios de Barcelona como el Raval o Bellvitge, y buscan soluciones para mejorar la relación entre los vecinos y los inmuebles donde viven.

La iniciativa fomenta la formación de los nuevos arquitectos desde el conocimiento de los problemas de los edificios teniendo en cuenta las necesidades de los vecinos. El objetivo es analizar los edificios en su conjunto y en relación a los espacios públicos donde están situados. La proximidad a las personas que los habitan y el conocimiento de sus preocupaciones desde la óptica global de la vivienda permiten ver las carencias y ofrecer soluciones.

Conocer la realidad física y social de los tejidos parece una buena estrategia previa a cualquier intervención. La proximidad del usuario y su relación directa con el estudiante se ha demostrado como una actividad enriquecedora y útil para todos. A través de la discusión de ideas y la elaboración de propuestas, se pretende dar respuesta concreta e inmediata a las problemáticas sobre la vivienda y su relación con el espacio público.

En un momento en que el ejercicio de la arquitectura atraviesa un período cargado de dificultades e incertidumbres, el programa docente de Arquitectos de Cabecera ha logrado un doble éxito que señala un cambio de paradigma. Por un lado, los estudiantes de arquitectura de la UPC se apoderan en el ejercicio práctico de su futuro oficio y toman conciencia de su utilidad social. Por el otro, vecinos y vecinas de un barrio diezmado por la precariedad descubren en la figura del arquitecto alguien que puede dar respuesta a necesidades de su vida cotidiana.

Además, Arquitectos de Cabecera incide, desde aproximaciones muy diversas, en una cuestión tan urgente para la Barcelona actual como es la vivienda. Y lo hace desde una lógica renovada que asume las complejidades de las situaciones de partida y otorga a los destinatarios finales de la arquitectura la centralidad que les corresponde.

"El año 2013, en plena crisis inmobiliaria, un colectivo de profesores de la ETSAB nos planteamos romper las barreras y salir fuera de la Escuela para buscar la proximidad entre los estudiantes y los usuarios. De esta manera se podían conocer las diferentes problemáticas de la ciudad y convertirla en campo de trabajo y estudio", explica Pere Joan Ravetllat, profesor de la ETSAB y responsable del curso ‘Vivienda y Ciudad’ y uno de los integrantes del colectivo Arquitectos de Cabecera. "Se trata de una relación directa, ya que el estudiante aprende y la gente entiende que la Universidad da herramientas para mejorar", afirma el arquitecto.

"Este Premio Ciudad de Barcelona no es a una obra concreta, es una actitud que quiere ser útil al usuario y que quiere aproximar la Universidad a la sociedad", concluye Ravetllat.

El jurado del Premio Ciudad de Barcelona, que se ha entregado el 15 de febrero, en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, lo han constituido David Bravo, Olga Tarrasó, Carme Pinós y Meritxell Inaraja.

El Ayuntamiento de Barcelona convoca anualmente los Premios Ciudad de Barcelona con el objetivo de galardonar la creación, la investigación y la producción de calidad realizada en Barcelona por creadores o colectivos que trabajan en la ciudad o por instituciones y organizaciones barcelonesas que las promueven o las producen.

Las obras galardonadas deben contribuir al desarrollo del hecho cultural y deben estar integradas en el tejido ciudadano en el que participan los creadores, las asociaciones, las instituciones públicas y las industrias culturales.