•Noticia

La picaresca existe en todas partes y en la comercialización del arte también. Galeristas, anticuarios, coleccionistas privados, empresas y fundaciones con patrimonio artístico buscan la manera de aumentar la seguridad en las transacciones para evitar atribuciones falsas o incorrectas. ACTIO es una empresa pionera en el estudio científico global de obras de arte. El análisis descriptivo se basa en la experiencia acumulada en los últimos 15 años mediante proyectos de investigación de la UPC. El profesor de la ETS de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona, Sergio Ruiz-Moreno, y Alejandro López-Gil, también doctor ingeniero en Telecomunicación y licenciado en Administración y Dirección de Empresas, dirigen la parte de investigación de la spin-off. Ambos forman parte del Grupo de Comunicaciones Ópticas y del Laboratorio de Espectroscopia Raman de la UPC.
 

Los procedimientos que se han utilizado tradicionalmente para analizar las piezas de arte se han basado en criterios subjetivos, como la opinión de un experto, o en técnicas destructivas. ACTIO apuesta por una metodología fotónica no invasiva, como explica Alejandro López-Gil: "El láser incide con una frecuencia determinada y la pieza dispersa la misma frecuencia del láser más otras frecuencias que son propias de las moléculas del pigmento. Cada pigmento tiene su espectro Raman, es inequívoco". El espectro obtenido se compara con los almacenados en una base de datos de espectros de diferentes materiales pictóricos.
 

Otra técnica es la reflectometría infrarroja. En esta técnica se utiliza "una cámara infrarroja que proporciona imágenes subyacentes y nos ayuda a saber si bajo las capas de pintura o de suciedad hay dibujos o firmas hechos con carbón", dice López-Gil.

El laboratorio de ACTIO también utiliza otras técnicas, como la fotografía ultravioleta, para determinar repintadas recientes, y la microfotografía y la macrofotografía visibles, para obtener información de aspectos físicos en superficie como pinceladas o craquelados.

Aprovechando las mismas herramientas, ACTIO también puede garantizar la trazabilidad de la obra. Sergio Ruiz-Moreno lo explica de una manera gráfica: "La compañía de seguros del museo solicita que se mida el espectro Raman en unos puntos concretos. Las claves de las coordenadas las tiene la aseguradora. El museo deja en préstamo la obra a una exposición itinerante y una vez la pieza es devuelta, la compañía pide que se vuelvan a medir los espectros en las mismas coordenadas y que se comparen con los anteriores". Si no ha habido variaciones, quiere decir que la obra ha vuelto en las mismas condiciones.

La mayoría de los clientes de ACTIO son particulares que quieren determinar la datación o autenticar la firma de una obra. El profesor Ruiz-Moreno matiza, sin embargo, que los museos buscan otro tipo de asesoramiento: "Aprendemos con qué materiales se pintaba en una época determinada, una información esencial para los conservadores. El Museo Frederic Marès de Barcelona tiene un retablo excepcional, el Políptico de la Madre de Dios de la Soledad, del Mestre de la Santa Sang. Nos pasamos horas y horas analizándolo para averiguar la naturaleza de sus pigmentos. Se tiene que saber cuáles son exactamente para que la conservación sea lo menos invasiva posible. Si añades un pigmento químicamente diferente, se puede producir con el tiempo una reacción indeseada". El proyecto de ACTIO forma parte del K2M, la nueva infraestructura de apoyo a la innovación del Campus Nord de la UPC.