•Noticia
Trencalòs'09, el vuelo de un aprendizaje
Trencalòs'09 es un avión construido por siete estudiantes de la Escuela Tècnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa que es capaz de transportar el equivalente a cinco veces su peso.
16/11/2009
El quebrantahuesos (trencalòs en catalán) es un ave en peligro de extinción que es capaz de transportar un peso elevado. Por eso un equipo de siete estudiantes de la ETS de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (ETSEIAT) se decidió por este nombre a la hora de bautizar el proyecto por el que recordarán para siempre su paso por la universidad: un avión no tripulado que carga cinco veces su propio peso, con el que participaron en agosto en el concurso europeo Air Cargo Challenge (ACC), en Portugal.
"Todo viene de cuando decidimos participar en el Air Cargo Challenge 2007, en Lisboa, un tipo de competición muy habitual en Estados Unidos y conocida como Design, Build and Fly, en la que participan empresas muy importantes para captar talentos. Hace dos años, sin ninguna experiencia, quedamos sextos", explica Arnau Pons, uno de los fundadores del equipo.
El avión Trencalòs'09 es una versión muy mejorada del que construyeron en 2007. Tiene un área horizontal proyectada de 0,7 m2 y es capaz de elevarse desde una pista de 60 m de longitud. Con unas alas de tres metros de envergadura, la aeronave pesa menos de dos kilogramos y es propulsada por un motor eléctrico de 360 W de potencia con una batería de 300 gramos. Esta última versión puede volar a 60 km/h con toda la carga útil en forma de plomo y batería concentrada en un solo punto y aprovecha al máximo sus propiedades para desarrollar la misión, que era volar durante un tiempo determinado con el máximo peso posible.
Según Joaquim Creus, otro de los fundadores del equipo, "gracias a la experiencia del proyecto anterior, el equipo identificó un primer punto de mejora en la dinámica de vuelo de la aeronave. Esta vez se tenía que hacer cálculos predictivos precisos, para poder trabajar cerca de los límites aerodinámicos de la aeronave y minimizar los riesgos de estrellar el avión. Estos cálculos fueron posibles gracias a un modelado aerodinámico con herramientas de software adecuadas, algunas de las cuales son de desarrollo propio".
Para sus creadores, es más que un aparato diseñado y fabricado por ellos mismos hasta el último tornillo: es una experiencia inolvidable en la cual han aplicado los conocimientos adquiridos en clase y con la que han aprendido cómo se trabaja un proyecto real, compitiendo con otros equipos.
El Trencalòs'09 es capaz de volar cargando un peso de hasta 10 kilogramos. El secreto es el trabajo intensivo en equipo llevado a cabo durante casi dos años, periodo en el que los estudiantes han hecho todo tipo de cálculos, han creado un material propio con el que han construido el avión, han diseñado la forma y han hecho decenas de pruebas hasta conseguir un prototipo competitivo.
El Trencalòs'09 es capaz de volar cargando un peso de hasta 10 kilogramos. El secreto es el trabajo intensivo en equipo llevado a cabo durante casi dos años, periodo en el que los estudiantes han hecho todo tipo de cálculos, han creado un material propio con el que han construido el avión, han diseñado la forma y han hecho decenas de pruebas hasta conseguir un prototipo competitivo.
El secreto es el trabajo intensivo en equipo
"Todo viene de cuando decidimos participar en el Air Cargo Challenge 2007, en Lisboa, un tipo de competición muy habitual en Estados Unidos y conocida como Design, Build and Fly, en la que participan empresas muy importantes para captar talentos. Hace dos años, sin ninguna experiencia, quedamos sextos", explica Arnau Pons, uno de los fundadores del equipo.
El avión Trencalòs'09 es una versión muy mejorada del que construyeron en 2007. Tiene un área horizontal proyectada de 0,7 m2 y es capaz de elevarse desde una pista de 60 m de longitud. Con unas alas de tres metros de envergadura, la aeronave pesa menos de dos kilogramos y es propulsada por un motor eléctrico de 360 W de potencia con una batería de 300 gramos. Esta última versión puede volar a 60 km/h con toda la carga útil en forma de plomo y batería concentrada en un solo punto y aprovecha al máximo sus propiedades para desarrollar la misión, que era volar durante un tiempo determinado con el máximo peso posible.
Según Joaquim Creus, otro de los fundadores del equipo, "gracias a la experiencia del proyecto anterior, el equipo identificó un primer punto de mejora en la dinámica de vuelo de la aeronave. Esta vez se tenía que hacer cálculos predictivos precisos, para poder trabajar cerca de los límites aerodinámicos de la aeronave y minimizar los riesgos de estrellar el avión. Estos cálculos fueron posibles gracias a un modelado aerodinámico con herramientas de software adecuadas, algunas de las cuales son de desarrollo propio".
Las alas son la clave
Los estudiantes de la UPC en el Campus de Terrassa apostaron, pues, por un diseño aerodinámico, e hicieron el cálculo del ala óptimo para la misión. El equipo investigó para adaptar la técnica Dbox, usada en la construcción de planeadores radiocontrolados, en un avión con una carga alar veinte o treinta veces mayor. La primera estructura del prototipo se construyó con laminados de fibra de carbono y con composites.
Para dimensionarlos, los materiales se simularon y ensayaron con la colaboración del Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE). Fueron necesarias siete semanas para diseñar el prototipo definitivo y siete semanas para construirlo y hacer realidad el primer vuelo con éxito del Trencalòs'09.
Empresas como la consultoría Àbac Enginyeria, la empresa de mecánica de precisión Gutmar, la Fundación Centro CIM de la UPC o el Centro de Tecnología Aeroespacial (CTAE) han patrocinado el proyecto. Los siete miembros del equipo están muy satisfechos con los resultados y con la experiencia, "porque hemos sido capaces de diseñar este avión estableciendo un proceso productivo y una sistematización de vuelo, todo desde cero, con toda la ilusión, y aplicando la teoría que se nos da en clase", asevera Roger Serra, miembro del grupo de aerodinámica del equipo.
En el concurso, el proyecto quedó segundo en la parte del trabajo escrito y décimo en la competición de vuelo, unos resultados aparentemente peores que los del 2007, "pero nosotros sabemos que ahora tenemos un avión con unas prestaciones infinitamente superiores a las del avión del ACC'07. Los problemas con las ruedas y el estado de la pista impidieron que el avión rindiera al nivel para el que lo habíamos diseñado", concluye Martí Coma, piloto del equipo.
Para dimensionarlos, los materiales se simularon y ensayaron con la colaboración del Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE). Fueron necesarias siete semanas para diseñar el prototipo definitivo y siete semanas para construirlo y hacer realidad el primer vuelo con éxito del Trencalòs'09.
Empresas como la consultoría Àbac Enginyeria, la empresa de mecánica de precisión Gutmar, la Fundación Centro CIM de la UPC o el Centro de Tecnología Aeroespacial (CTAE) han patrocinado el proyecto. Los siete miembros del equipo están muy satisfechos con los resultados y con la experiencia, "porque hemos sido capaces de diseñar este avión estableciendo un proceso productivo y una sistematización de vuelo, todo desde cero, con toda la ilusión, y aplicando la teoría que se nos da en clase", asevera Roger Serra, miembro del grupo de aerodinámica del equipo.
En el concurso, el proyecto quedó segundo en la parte del trabajo escrito y décimo en la competición de vuelo, unos resultados aparentemente peores que los del 2007, "pero nosotros sabemos que ahora tenemos un avión con unas prestaciones infinitamente superiores a las del avión del ACC'07. Los problemas con las ruedas y el estado de la pista impidieron que el avión rindiera al nivel para el que lo habíamos diseñado", concluye Martí Coma, piloto del equipo.
Síguenos en Twitter