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Recibidos los primeros señales del sensor de viento del Curiosity
La tecnología de la UPC llega al planeta Marte
El vehículo robótico Curiosity, que incorpora los chips de los sensores de viento diseñados en la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC), ya está enviando a la Tierra señales desde la estación meteorológica.
04/10/2012
El robot de la NASA está equipado con una estación de monitorización ambiental diseñada en España que, entre otros parámetros, mide la velocidad del viento. Para hacerlo, incluye dos sensores de viento equipados con unos chips de silicio creados por el Grupo de Investigación en Micro y Nanotecnologías, vinculado al Departamento de Ingeniería Electrónica de la UPC.
Los chips miden la velocidad del viento a partir de los cambios en la temperatura cuando el viento los refrigera. El funcionamiento se basa en 30 chips de silicio que se calientan gracias a tres resistencias grabadas en cada uno de los chips. En la superficie de los chips, a escala micrométrica, figura el logotipo de la UPC y los nombres de los investigadores que lo han desarrollado: Luis Castañer, Vicente Jiménez, Manuel Domínguez, Lukasz Kowalski y Jordi Ricart.
La estación meteorológica del Curiosity ya ha empezado a enviar datos desde Marte y ahora se están calibrando los sensores de viento. Esto indica que los sensores están funcionando, a pesar de que en uno de ellos, las conexiones de un pequeño número de las resistencias de los chips resultaron dañadas durante el aterrizaje en Marte, el 6 de agosto. De todos modos la funcionalidad a la hora de medir el viento será prácticamente cumplida, puesto que el Curiosity dispone de dos sensores de viento.
Estos sensores están situados uno a cada lado del mástil del robot, formando un ángulo de 90º, para evitar el efecto sombra que éste puede provocar, y que modifica la velocidad y la dirección del viento. El Curiosity, que pesa 900 kilos y tiene la medida de un coche pequeño, es el cuarto vehículo espacial que llega a la superficie del planeta.
Se prevé que en las próximas semanas se empiece a recibir diariamente datos fiables sobre la velocidad del viento en Marte. Los boletines meteorológicos que se emitirán durante un año a Marte contribuirán a aclarar si las condiciones del entorno son adecuadas para la vida microbiana. La estación meteorológica, denominada REMS, recoge la temperatura del aire y del suelo, la presión atmosférica, la humedad, la radiación ultravioleta y la velocidad y la dirección del viento. Este instrumento científico es el primero de fabricación española que llega a Marte, y ha sido elaborado por el Centro de Astrobiología (CAB) de Madrid. Los primeros datos recibidos de momento permiten estimar las condiciones meteorológicas en Marte, que pueden consultar en la web del proyecto: http://cab.inta-csic.es/rems/.
La recogida y emisión de datos desde Marte es uno de los puntos culminantes de la participación de la UPC en la misión espacial, después de ocho años de trabajo. Esta tecnología ha sido creada en la sala blanca de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona, en un entorno comprendido dentro del Barcelona Knowledge Campus (BKC). Este campus urbano es una agregación estratégica reconocida como Campus de Excelencia Internacional por el Ministerio de Educación.
Actualmente, el equipo científico liderato por Luis Castañer ya está desarrollando un nuevo sensor de viento para Marte para una posible misión conjunta entre España, Rusia, Finlandia y China. Esta misión futura tiene previsto lanzar una red de 16 estaciones meteorológicas a Marte para que envíen información a una nave en órbita, para obtener datos globales del planeta.
Los chips miden la velocidad del viento a partir de los cambios en la temperatura cuando el viento los refrigera. El funcionamiento se basa en 30 chips de silicio que se calientan gracias a tres resistencias grabadas en cada uno de los chips. En la superficie de los chips, a escala micrométrica, figura el logotipo de la UPC y los nombres de los investigadores que lo han desarrollado: Luis Castañer, Vicente Jiménez, Manuel Domínguez, Lukasz Kowalski y Jordi Ricart.
La estación meteorológica del Curiosity ya ha empezado a enviar datos desde Marte y ahora se están calibrando los sensores de viento. Esto indica que los sensores están funcionando, a pesar de que en uno de ellos, las conexiones de un pequeño número de las resistencias de los chips resultaron dañadas durante el aterrizaje en Marte, el 6 de agosto. De todos modos la funcionalidad a la hora de medir el viento será prácticamente cumplida, puesto que el Curiosity dispone de dos sensores de viento.
Estos sensores están situados uno a cada lado del mástil del robot, formando un ángulo de 90º, para evitar el efecto sombra que éste puede provocar, y que modifica la velocidad y la dirección del viento. El Curiosity, que pesa 900 kilos y tiene la medida de un coche pequeño, es el cuarto vehículo espacial que llega a la superficie del planeta.
Se prevé que en las próximas semanas se empiece a recibir diariamente datos fiables sobre la velocidad del viento en Marte. Los boletines meteorológicos que se emitirán durante un año a Marte contribuirán a aclarar si las condiciones del entorno son adecuadas para la vida microbiana. La estación meteorológica, denominada REMS, recoge la temperatura del aire y del suelo, la presión atmosférica, la humedad, la radiación ultravioleta y la velocidad y la dirección del viento. Este instrumento científico es el primero de fabricación española que llega a Marte, y ha sido elaborado por el Centro de Astrobiología (CAB) de Madrid. Los primeros datos recibidos de momento permiten estimar las condiciones meteorológicas en Marte, que pueden consultar en la web del proyecto: http://cab.inta-csic.es/rems/.
La recogida y emisión de datos desde Marte es uno de los puntos culminantes de la participación de la UPC en la misión espacial, después de ocho años de trabajo. Esta tecnología ha sido creada en la sala blanca de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona, en un entorno comprendido dentro del Barcelona Knowledge Campus (BKC). Este campus urbano es una agregación estratégica reconocida como Campus de Excelencia Internacional por el Ministerio de Educación.
Actualmente, el equipo científico liderato por Luis Castañer ya está desarrollando un nuevo sensor de viento para Marte para una posible misión conjunta entre España, Rusia, Finlandia y China. Esta misión futura tiene previsto lanzar una red de 16 estaciones meteorológicas a Marte para que envíen información a una nave en órbita, para obtener datos globales del planeta.
Más información sobre los chips de los sensores de viento:
Un pie en Marte, con el Curiosity
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